La otra vez
dije que si alguien arruinaba
mi felicidad le iba a pegar un chicle en el pelo
¡y debería estar haciendolo! toneladas inimaginables de chicle pegajoso, rosa y asqueroso en ese pelo repugnante. En el de
esa y en el de
otra persona más.
Es así y no hay vuelta que darle.
¿No te sentías vac
ío?
VVVVVVAAAAAACÍO
¡lo lograste!
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